miércoles, 18 de diciembre de 2013

Como tratar a los hijos de padres separados durante esta Navidad.

El motivo por el que hoy me decido a escribir, vuelve a ser la Navidad, lugar de reunión familiar, y bienestar emocional para muchos,  pero también época de estrés, angustia y sufrimiento para muchos de nuestros niños que no pueden pasar la Navidad con ambos progenitores, debido a un proceso de separación, que los niños sufren de manera muy directa.
Lo más recomendable en esta situación es  compartir estas fiestas  estableciendo un plan de visitas, donde el menor, pase una fiesta con cada uno y después de las 12 facilitarle al niño para que pueda llamar al padre con el que no pasó la Navidad o el Año Nuevo.

Así mismo muchos psicólogos coincidimos en que la opción más saludable es que sea el pequeño quien elija, y si por algún motivo no desea pasar las fiestas con alguno de sus dos progenitores, seria conveniente analizar la causa con ayuda de un terapéuta.

Por otro lado los niños son muy susceptibles y es posible que durante estos periodos navideños, se encuentren más sensibles, alterados si se ha producido un cambio en la rutina familiar, por lo que se aconseja ser comprensivos y empáticos con los pequeños quienes sufren de forma directa las consecuencias de las rupturas de pareja , por lo que es posible que se desarrollen caprichos, llantos injustificados, baja tolerancia a la frustración, pataletas...a lo que se aconseja se aconseja una buena dosis de paciencia y entendimiento, junto con un sistema de normas común entre ambos progenitores, en el que se estipulen normas de comportamiento, las cuales serán recompensadas especialmente mediante elogios de carácter emocional y social, por  parte de ambos padres.

Otra de las situaciones habituales, es que uno o ambos progenitores encuentren pareja por lo que se aconseja no presentarla justo en el momento de compartir esa cena o comida, ya que el niño no lo ha asimilado y por tanto no está acostumbrado a compartir, lo recomendable es explicarle poco a poco lo que representa para tí, el lugar que va a tener en la familia, dejarle claro que él/ella no va a sufrir ningún desplazamiento y que su lugar jamás será ocupado por nadie.

Es recomendable hablarle a los niños desde el corazón y la razón, es decir, explicarles como te sientes, con un lenguaje que ellos puedan comprender pero haciendo justicia a la realidad.

A modo de conclusión se recomienda:


» No poner a los hijos en el medio de las disputas y confrontaciones de los padres.
» Las Fiestas movilizan emociones negativas, como el rencor y el enojo por situaciones pasadas. No utilizar a los hijos como trofeos.
» Tener en cuenta que la prioridad es la salud y el bienestar de los hijos. Los padres deberían dejar de lado el resentimiento entre ellos.
» Tener una actitud flexible, que permita llegar a acuerdos entre los adultos, en post del bienestar del niño.
» Comunicar a los niños/as con quien van a pasar las Fiestas, una vez que los padres llegaron a un acuerdo.
Cuando no hay diálogo. Consultar a un terapeuta para que los padres y el resto de la familia reciban orientación de cómo conducirse sin dañar al chico.