A pocos días de la
llegada de la Navidad, y con ella los regalos de Papá Noel y Reyes Magos, he
decido dedicar una líneas sobre las ventajas e incovenientes de
dispositivos electrónicos a tener en cuenta, para decidir adecuadamente
la lista de regalos de este año.
Son varias las
ventajas del uso de dichos dispositivos, ya que bien utilizados pueden ayudar a
desarrollar destrezas y habilidades, como agudeza visual, atención,
concentración...incluso ayudan a detectar cuales son los intereses personales a
una temprana edad.
Pero es necesario
tener en cuenta algunos aspectos publicados en www.latercera.com, donde se
incluyen los riesgos de el uso abusivo de dichos dispositivos, como es el
sedentarismo, problemas en el retraso motor, la coordinación motora , la
disminución de la fuerza muscular en los dedos, muy necesaria para la
escritura, por ejemplo.
Además muchos
estudios apuntan a una pérdida de sociabilización, sí virtual pero no real, en
la que se fracasa estableciendo relaciones entre iguales y desarrollo de la
inteligencia emocional, como empatía, identificación de emociones, cooperación,
asertividad, tan importante en nuestra sociedad y especialmente tenida en
cuenta a la hora de nuestro desarrollo profesional y personal.
Según un estudio de
la Academia Americana de Pediatría, se advierte que no se recomienda el uso de
dichos dispositivos a menores de 2 años, ya que se pierden habilidades sociales
básicas, así como se puede producir daños en la retina al estar expuestos
demasiado tiempo a pantallas brillante, además que como se ha citado antes el
desarrollo muscular no llega a su desempeño ideal.
Por tanto los
dispositivos electrónicos son buena opción siempre que su uso se encuentre
regulado y monitorizado por las figuras paternas, quienes deben ser conocedores
de su uso y funcionamiento.
El uso de dicho
dispositivos debe ganarse, debe ser recompensa y no obligación, ligado a un
buen comportamiento, cumplimiento de tareas escolares o domésticas...etc, es
decir al cumplimiento de unas normas establecidas de forma consensuada entre
padres e hijos.
El tiempo de uso debe
de estar limitado y compaginado con otras actividades deportivas, lecturas
etc.
Así mismo ese tiempo
debe estar observado y controlado por los padres para evitar posibles
imprudencias.
A modo de conclusión,
respondiendo a diversas demandas de familias con las que trabajo, los
dispositivos electrónicos bien utilizados en función de tiempo y contenido
favorecen educativamente el desarrollo de habilidades y destrezas.